La contundente victoria de Morena y sus aliados, PT y PVEM, en las elecciones recientes no solo mostró la preferencia de la población por estos partidos, sino que también generó una crisis en los principales partidos de oposición: PAN, PRI y PRD.
Los resultados finales de los votos emitidos el 2 de junio dejaron claro que mientras los partidos de la Cuarta Transformación (Morena, PT y PVEM) consolidaron su base de votantes, las tres instituciones políticas más históricas de México se vieron debilitadas.
Este fenómeno sugiere un cambio significativo en el panorama político del país, donde los votantes parecen estar buscando alternativas más alineadas con los principios y propuestas de la Cuarta Transformación.