La jueza Trina Thompson ha decidido que los propietarios de vehículos Tesla pueden continuar con una demanda colectiva en la que acusan a la compañía de monopolizar los mercados de reparaciones y piezas.
Esta decisión revierte una desestimación anterior del caso, dando una nueva oportunidad a los demandantes de presentar sus argumentos en corte.
Según los propietarios, Tesla ha implementado prácticas que les obligan a pagar precios elevados y a soportar largas esperas para las reparaciones. Estas prácticas, alegan, están diseñadas para mantener el control exclusivo sobre el mercado de reparaciones y piezas, impidiendo a los usuarios acceder a opciones más asequibles y rápidas.
Este fallo podría tener consecuencias importantes para la manera en que Tesla maneja sus servicios postventa y sus políticas de garantía.