Este lunes 19 de agosto a las 11:00 horas, la Coordinación Nacional de Protección Civil realizó pruebas cerradas para revisar la conectividad del sistema de mensajes de alerta sísmica a través de la telefonía celular, en un entorno controlado.
La prueba, que forma parte de la implementación del Sistema Cell Broadcast, fue diseñada para emitir notificaciones únicamente a través de dispositivos móviles, sin activar los altavoces de la Ciudad de México.
Sin embargo, lo que debía ser una prueba rutinaria para mejorar la efectividad del sistema, terminó generando una ola de críticas en las redes sociales. Numerosos usuarios de X (anteriormente Twitter) reportaron que no recibieron el mensaje SMS que debía alertar sobre la simulación de un sismo. "No, pues no llegó", "puras fallas", "No llegó ningún mensaje SMS o similar" y "Muy mala comunicación sobre el SMS de alerta sísmica" fueron algunos de los comentarios que reflejaron la frustración y descontento de los ciudadanos.
La falta de recepción del mensaje por parte de muchos usuarios ha puesto en duda la eficacia del Sistema Cell Broadcast, un mecanismo que pretende ser una herramienta clave para alertar a la población en caso de un sismo real. La Coordinación Nacional de Protección Civil, que previamente había asegurado que la prueba sería controlada y enfocada únicamente en la conectividad, ahora enfrenta cuestionamientos sobre la fiabilidad y el alcance del sistema.
Esta situación subraya la importancia de contar con un sistema de alertas eficiente y accesible para todos los ciudadanos, especialmente en una ciudad tan vulnerable a los sismos como la Ciudad de México. La comunicación efectiva y la capacidad de respuesta inmediata son fundamentales para prevenir tragedias y salvar vidas.
Ante las críticas, se espera que las autoridades realicen un análisis exhaustivo de los fallos reportados y tomen medidas correctivas para asegurar que el Sistema Cell Broadcast funcione adecuadamente en futuros escenarios. Mientras tanto, los ciudadanos han manifestado su preocupación por la falta de comunicación efectiva en una prueba de tanta relevancia, lo que deja abierta la interrogante sobre cómo se garantizará la seguridad de la población en caso de una emergencia real.