A lo largo de su carrera, Quincy Jones trabajó con algunos de los nombres más importantes de la música, entre ellos Michael Jackson, Frank Sinatra y Aretha Franklin. Su influencia fue crucial para la creación de algunos de los discos más icónicos, como Thriller de Jackson, el álbum más vendido de todos los tiempos. Además, Jones fue un innovador en la producción musical, llevando el jazz, el pop y el R&B a nuevas alturas, y se convirtió en el primer ejecutivo negro de una gran discográfica, abriendo puertas para futuras generaciones de artistas y productores.
Durante la ceremonia, la hija de Quincy Jones, la actriz Rashida Jones, fue quien recibió el Oscar honorífico en nombre de su padre. Conmovida por el momento, Rashida compartió que su padre "estaría muy entusiasmado" de recibir este reconocimiento. En su discurso, recordó las sabias palabras de su padre: "Vive cada día como si fuera el último, y un día estarás en lo cierto", refiriéndose a cómo Quincy vivió su vida con pasión y dedicación a su arte.
Quincy Jones no solo fue reconocido como productor y compositor, sino también como un pionero en la industria. Su influencia no se limitó a la creación de música, sino que también revolucionó el mundo de la producción musical. A través de su visión y trabajo, dejó una huella profunda que sigue inspirando a artistas de todo el mundo.
Más allá de su contribución a la música, Quincy Jones dejó un legado de lucha por la igualdad y la inclusión en la industria del entretenimiento. Su trabajo ayudó a abrir el camino para músicos y productores de diversas razas y orígenes, promoviendo un entorno más inclusivo y diverso. Jones será recordado no solo por sus éxitos musicales, sino también por su impacto duradero en la cultura global.
