Los supervivientes del potente huracán Otis que devastó la ciudad turística de Acapulco, pasaron este jueves buscando a sus conocidos y sustrayendo alimentos entre las tiendas destruidas, mientras esperaban que la ayuda llegue rápidamente.
Sin embargo, el resentimiento crecía en los barrios empobrecidos de la ciudad, donde los residentes temían que la atención del Gobierno de México se centre en reparar la infraestructura turística, el motor económico de la ciudad, en lugar de ayudar a los más necesitados.
Amparo Ponce, habitante de un sector popular de Acapulco, vigilaba el agua y los alimentos que sustrajo de un supermercado, al igual que una multitud que salió a buscar víveres tras el embate del poderoso huracán Otis en este puerto del Pacífico en el suroeste de México.