Jennifer Hermoso, jugadora española, expuso ante un juez que el beso que le plantó el presidente de la Real Federación Española, Luis Rubiales, al final de de una competencia, no fue consentido y hubo manipulación tras el suceso.
A cuatro meses de este hecho, se presentó a una Audiencia Nacional que se llevó a cabo este martes dos de enero, en donde la campeona española ratificó su versión, de acuerdo con información de agencias de noticias.
La jugadora indicó igualmente que sufrió un "atosigamiento constante" de Rubiales y su entorno en los días posteriores, lo que "alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza", de acuerdo con la misma fuente.