Raymundo N, quien fuera presidente municipal de Toluca, capital del Estado de México, experimentó una sorpresiva salida de la prisión estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, luego de solo 69 días tras las rejas. El motivo: la Juez a cargo de su caso reconfiguró el delito de secuestro en su modalidad de extorsión y ordenó que continuara su proceso en libertad.
El ex funcionario, afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), salió de prisión tras pagar una fianza de un millón de pesos y adquirir un brazalete electrónico para monitorear sus movimientos y prevenir una posible fuga. Además, se le exige presentarse ante el juzgado cada ocho días para firmar, según reveló una fuente cercana al caso.
Esta situación ha generado controversia y debate sobre el sistema judicial y la interpretación de los delitos, así como sobre las medidas cautelares que se aplican en casos de presuntos criminales de alto perfil. La rápida liberación de Raymundo N plantea interrogantes sobre la equidad en el acceso a la justicia y la aplicación de la ley en México.