Este otoño se prevé un cielo caótico en México. La reciente decisión del gobierno federal de reducir el número de operaciones a partir de finales de octubre en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), un enclave por el que circularon 46 millones de usuarios el año pasado, ha puesto en jaque al sector empresarial y de aerolíneas, al considerar la medida desproporcionada de cara a la temporada de invierno que se avecina.
La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) dictó reducir en un 20 por ciento las operaciones diarias del Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), ubicado en la zona más oriental de Ciudad de México, de 52 a 43 operaciones por hora.
La medida entrará en vigor el 29 de octubre y, según anunció el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tiene como objetivo aliviar la saturación del principal aeródromo de la capital mexicana, en favor de una terminal más nueva, el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), situado en Santa Lucía, entre los municipios de Tecamac y Zumpango, en el Estado de México, a unos 45 kilómetros de distancia del anterior.