El fenómeno cobró una fuerza inesperada en cuestión de horas. Este martes todavía era una tormenta tropical, lo que tomó por sorpresa a autoridades y habitantes de los estados afectados, especialmente Guerrero.
En Acapulco, una ciudad con cerca de 780 mil habitantes, muchos vecinos compraron agua y alimentos a última hora mientras comercios y casas protegían los ventanales cubriéndolos con maderas o cinta adhesiva.
El puerto registra una ocupación hotelera de 50 %, dijeron representantes de ese sector y sugirieron a los turistas permanecer en sus hoteles. En este sentido, las autoridades habilitaron más de 500 albergues para los residentes que vivan en zona de riesgo.
El 9 de octubre de 1997, Acapulco fue golpeado por el huracán Paulina, que tocó tierra con categoría 4 y dejó más de 200 muertos, lo que lo convierte en uno de los más letales en la historia de México.